En el caso de las mujeres, la probabilidad de adquirir un infección urinaria es mas elevada por ello es importante que mantengan un cuidado correcto para evitar estas molestias.
Estas infecciones suelen ocurrir por la gran cantidad de bacterias que se alojan en el conducto urinario.
Fuente: freepik.
Los principales factores de riesgo de una infección urinaria en mujeres son por:
El uso de espermicidas.
Tener compañeros sexuales diferentes.
Sufrir una infección urinaria antes de los 15 años.
Cambios en la estructura de la pelvis, generalmente durante la menopausia.
Sigue estas recomendaciones para disminuir el riesgo de una infección urinaria
Tener una buena técnica de limpieza, desde adelante hacia atrás, para evitar introducir bacterias o materia fecal al tracto urinario.
Usar prendas intimas compuestas en su totalidad por algodón, las bacterias suelen proliferar con más facilidad en un entorno cálido.
Cuando existe una infección urinaria el médico puede identificarlo no solo mediante los síntomas, también mediante un análisis de la orina en el cual existirá presencia de bacterias, sangre y glóbulos blancos.
El denominado piso pélvico son un conjunto de músculos y tejido que tienen como función principal brindar soporte a los órganos de la zona abdominal y pélvica, entre sus componentes musculares se puede resaltar como el principal al músculo elevador del ano, extendiéndose casi en su totalidad por la pelvis, la función de este piso es ayudar en el proceso de continencia urinaria y fecal.
Se le conoce como prolapso uterino a la debilitación de los músculos junto con los ligamentos del suelo pélvico el cual se estira y se debilita, afectando al funcionamiento de la zona y dando un soporte inadecuado para el útero, lo cual provoca que este órgano se deslice hacía la vagina o incluso sobresalga de esta.
Puede llegar a afectar a las mujeres de cualquier edad, aunque las principales que llegan a sufrir de este problema son aquellas mujeres que:
Tuvieron uno más de un parto natural.
Mujeres con sobrepeso.
Niveles bajos de estrógeno post menopausia.
Estreñimiento crónico.
Levantar objetos pesados de manera constante.
En general el prolapso uterino no requiere de un tratamiento, pero si se presentan incomodidades o interfiere con tu vida diaria, se puede llevar un tratamiento.
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