La población masculina siempre se ha sentido especialmente afectada por la apariencia y el tamaño del aparato reproductor, cuando algo no luce como debería se torna en un tema que puede llegar a afectar emocionalmente a la persona y ocasionar problemas mentales.
En este caso hablamos de cuando la apariencia del escroto no luce como comúnmente debería verse.
¿Y qué es el escroto?
Se trata del saco de piel que protege los testiculos, localizados por debajo del pene, en algunos hombres este saco puede tener una apariencia diferente o un tamaño inadecuado que puede llegar a incomodar a la persona en algunas actividaddes como conducir, correr, montar en bicicleta, etcétera.
Para ello existe una cirugía denominada «Escrotoplastia» que tiene la finalidad de corregir los problemas de estética que afectan a esta zona del cuerpo.
Doctor Efraín Barradas Huervo preparándose para una cirugía.
Mediante esta intervención quirúrgica se elimina el exceso de piel que, debido a la genética o la edad del paciente, puede que esta zona del cuerpo presente un estiramiento de la piel más notorio de lo común o un aspecto que resulte en una inseguridad para el paciente al momento de las relaciones sexuales.
El también conocido como lifting testicular suele ser una operación de complejidad baja y que no tiene una gran duración permitiendo que el paciente pueda regresar a casa el mismo día sin necesidad de permanecer en el hospital.
El beneficio principal de esta cirugía es otorgar una apariencia más juvenil a la piel del saco escrotal y que con ello no logre interferir con las actividades físicas del paciente.
En el caso de las mujeres, la probabilidad de adquirir un infección urinaria es mas elevada por ello es importante que mantengan un cuidado correcto para evitar estas molestias.
Estas infecciones suelen ocurrir por la gran cantidad de bacterias que se alojan en el conducto urinario.
Fuente: freepik.
Los principales factores de riesgo de una infección urinaria en mujeres son por:
El uso de espermicidas.
Tener compañeros sexuales diferentes.
Sufrir una infección urinaria antes de los 15 años.
Cambios en la estructura de la pelvis, generalmente durante la menopausia.
Sigue estas recomendaciones para disminuir el riesgo de una infección urinaria
Tener una buena técnica de limpieza, desde adelante hacia atrás, para evitar introducir bacterias o materia fecal al tracto urinario.
Usar prendas intimas compuestas en su totalidad por algodón, las bacterias suelen proliferar con más facilidad en un entorno cálido.
Cuando existe una infección urinaria el médico puede identificarlo no solo mediante los síntomas, también mediante un análisis de la orina en el cual existirá presencia de bacterias, sangre y glóbulos blancos.
Los cálculos renales son formaciones de cristales dentro del cuerpo (riñones o vejiga) y que llegan a crecer y con ello ocasionar molestias a quién lo padece, incluso llegar a obstruir las vías urinarias durante el descenso del cálculo.
El tratamiento para remover los cálculos renales pueden ser:
Litotricia por ondas de choque
Litotricia neumática.
Litotricia láser.
Explicación del procedimiento de litotricia por ondas de choque (fuente: canalsalud.imq.es)
En la mayoría de los casos, llevar a cabo la fragmentación de los cálculos renales puede hacerse introduciendo los instrumentos por los orificios naturales del cuerpo, disminuyendo la necesidad de realizar cortes en la zona de la piel aledaña.
¿Qué pasa después de la cirugía?
Después de remover los cálculos renales, es común que aparezca algo de sangre en la orina durante algunos días, así como presentar síntomas de náuseas y dolor cuando se expulsen los fragmentos de minerales.
¿Qué cuidados debo tener después de la operación?
Descansar lo necesario: es normal regresar a las actividades cotidianas después de 1 día o 2.
Hidratarse constantemente, para ayudar a eliminar cualquier residuo de los cálculos que no haya sido eliminado con la cirugía.
Cálculos renales fuera del cuerpo (fuente: clikiSalud)
¿Cuáles son las señales de alarma?
Cuando haya presencia de un sangrado intenso o coágulos de sangre en la orina.
Dolor intenso en el costado del cuerpo o la espalda.
La urología ginecológica forma parte de la medicina médico quirúrgica.
Es una rama de:
Ginecología.
Obstetricia.
Fuente: pixabay
Esta disciplina se encarga de estudiar, diagnosticar y dar tratamiento a los padecimientos que afectan al aparato genitourinario femenino, así como al debilitamiento de la función del piso pélvico, el corrector cuidado de la salud y el manejo de la disfunción del tracto urinario inferior femenino.
¿Cuáles son las enfermedades que comúnmente trata la urología ginecológica?
El denominado piso pélvico son un conjunto de músculos y tejido que tienen como función principal brindar soporte a los órganos de la zona abdominal y pélvica, entre sus componentes musculares se puede resaltar como el principal al músculo elevador del ano, extendiéndose casi en su totalidad por la pelvis, la función de este piso es ayudar en el proceso de continencia urinaria y fecal.
Se le conoce como prolapso uterino a la debilitación de los músculos junto con los ligamentos del suelo pélvico el cual se estira y se debilita, afectando al funcionamiento de la zona y dando un soporte inadecuado para el útero, lo cual provoca que este órgano se deslice hacía la vagina o incluso sobresalga de esta.
Puede llegar a afectar a las mujeres de cualquier edad, aunque las principales que llegan a sufrir de este problema son aquellas mujeres que:
Tuvieron uno más de un parto natural.
Mujeres con sobrepeso.
Niveles bajos de estrógeno post menopausia.
Estreñimiento crónico.
Levantar objetos pesados de manera constante.
En general el prolapso uterino no requiere de un tratamiento, pero si se presentan incomodidades o interfiere con tu vida diaria, se puede llevar un tratamiento.
La enfermedad de Peyronie es un trastorno que se va desarrollando a medida que crece el individuo, manifesta un conjunto de señales y síntomas que afectan al miembro masculino, estas señales se pueden presentar como:
Dolor en el pene.
Curvatura.
Reducción del tamaño.
Disfunción eréctil.
Estrechamiento o deformidad.
Image source: MSD Manuals
Es una enfermedad benigna, no puede contagiarse ya que no se origina por virus o bacterias y tampoco es de origen canceroso.
De la población masculina existente, es probable que entre el 2 y el 8.9% padezcan de esta enfermedad, suele manifestarse con mayor frecuencia entre los 50 y 60 años, sin embargo no significa que no pueda afectar a una población masculina más joven.
¿Cómo se origina?
El origen más aceptado de la enfermedad es mediante una fibrosis (cicatrización anómala) que ocurre después de un traumatismo grave en la zona del pene o la repetición de microtraumatismos, si estos ocurren durante un largo periodo de tiempo y variando en intensidad, estos pueden ser causados por:
Deportes.
Algún accidente de tráfico.
Durante las relaciones sexuales.
Durante la masturbación.
La curvatura del pene se va generando debido a estos microtraumatismos en los cuerpos cavernosos del pene que se encargan de almacenar la sangre durante la erección, cuando existe una cicatrización anómala del tejido este forma una placa de tejido fibroso que puede exagerar la curvatura del pene e incluso deformar el mismo.
Impacto psicológico
De la población masculina que padece esta enfermedad han confesado sentirse afectados psicológicamente sobre el aspecto del pene así como una baja de su autoestima.
El hombre que padece la enfermedad y no busca tratamiento es más susceptible a sufrir de estrés, ansiedad y depresión.
Ante la sospecha de padecer esta enfermedad, acude a una valoración a mi consultorio, una detección temprana de la enfermedad puede evitar que avance a un estado más grave.
Doctor Efraín Barradas Huervo, Urología y urología pediátrica.
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