Identificando problemas del aparato urinario
El aparato urinario es aquel que está conformado por los riñones, el uréter, la vejiga, esfínter, junto con la uretra, entre otros elementos, todos estos trabajan en conjunto para producir, almacenar y eliminar la orina.
La producción de la orina comienza desde la absorción de los nutrientes obtenidos mediante el proceso de digestión, estos nutrientes son necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo y permitir su autorreparación, sin embargo, al ser estos absorbidos por el cuerpo, se separan aquellos compuestos que no sirven para el cuerpo, estos a su vez permanecen en el intestino así como en la sangre.
Este aparato, se encarga de deshacerse de un desecho conocido como: urea. El cual está localizado en la sangre, este se obtiene a través de la ingesta de alimentos con proteína como la carne de las aves, res y algunos vegetales, la urea se lleva hasta los riñones a través de la sangre.
Cuando el aparato urinario funciona correctamente la orina expulsa los desechos de manera eficaz, sin embargo, si su funcionamiento se ve comprometido lanzará señales de advertencia a través de la orina:
- Orina transparente: Hay un consumo excesivo de agua, es recomendable disminuirlo.
- Orina amarilla: El cuerpo se encuentra bien hidratado y expulsando los desechos de manera correcta.
- Orina amarilla oscura: Se recomienda hidratarse más.
- marrón: Podría ser una enfermedad hepática, también podría confundirse con deshidratación.
- Orina rosada o rojiza: Presencia de sangre en la orina, también puede deberse a algún colorante artificial en la comida.
- Orina naranja: Relacionada con problemas hepáticos, también puede deberse a la presencia de algún colorante artificial.
- Verde: Infección urinaria.
- Espuma en la orina: Puede estar relacionado con un problema renal o un exceso de proteínas en la orina.
Los trastornos que afectan al aparato urinario pueden variar en grado de riesgo, pueden ser fáciles de tratar o muy complicados con resultados poco efectivos:
- Hiperplasia prostática benigna: Es el agrandamiento de la próstata que afecta a la expulsión de la orina así como su retención, generalmente ocurre cuando la próstata aprieta los conductos por donde se pulsa este líquido, provocando dificultades al orinar.
- Cistitis o síndrome de la vejiga dolorosa: Las paredes vesicales se inflaman e irritan, provocando que la vejiga pierda capacidad para contener la orina, se endurezca, haya algún tipo de hemorragia y puedan aparecer úlceras.
- Cálculos renales: También llamados piedras en los riñones, son acumulaciones de minerales en el interior del riñón, estos pueden ser de: calcio, ácido úrico, estruvita o ser piedras de cistina, su tamaño puede variar al igual que su impacto en el aparato urinario, siendo fáciles de expulsar o crecer tanto que se requiera de intervención médica.
- Prostatitis: Es la inflamación de la próstata que provoca problemas como: aumento en la frecuencia al orinar, mucha urgencia de ir al baño, ardor o dolor al expulsar la orina, dolor en la espalda baja así como en la zona de la ingle, suele ser causada por bacterias.
- Proteinuria: Cuando la orina presenta cantidades elevadas de proteínas, no es un padecimiento peligroso, pero es un indicativo de un mal funcionamiento de los riñones.
- Insuficiencia renal: Cuando el cuerpo no es capaz de regular los desechos en el cuerpo, puede surgir a raíz de accidentes, consumo de drogas o veneno y una gran pérdida de sangre.
- Infecciones del tracto urinario: Generalmente ocurren por la presencia de grandes cantidades de bacterias en la vejiga, las cuales si no se expulsan al orinar pueden llegar hasta el riñón y causar grave daño.
- Incontinencia urinaria: Es la incapacidad de retener la orina.
- Retención urinaria: Es la incapacidad de expulsar la orina.
La próstata también tiene sus propios problemas que de no ser tratados pueden comprometer las funciones del aparato urinario (en el caso de los hombres), estos suelen estar relacionados con el aumento de su tamaño, la presencia de cáncer en la misma, problemas de incontinencia, infertilidad, entre otros factores.
Por ello para mantener la salud de la próstata así como del cuerpo en general, es necesario:
- Alimentarse bien.
- Disminuir el consumo de alimentos altos en grasa.
- Realizarse una revisión con el urólogo una vez al año.
- Evitar las adicciones.
- Llevar a cabo una autoexploración testicular (para descartar anomalías en los genitales).
- Ejercitarse.
- Evitar las relaciones sexuales de carácter riesgoso.
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