Los cálculos renales son formaciones de cristales dentro del cuerpo (riñones o vejiga) y que llegan a crecer y con ello ocasionar molestias a quién lo padece, incluso llegar a obstruir las vías urinarias durante el descenso del cálculo.
El tratamiento para remover los cálculos renales pueden ser:
Litotricia por ondas de choque
Litotricia neumática.
Litotricia láser.
Explicación del procedimiento de litotricia por ondas de choque (fuente: canalsalud.imq.es)
En la mayoría de los casos, llevar a cabo la fragmentación de los cálculos renales puede hacerse introduciendo los instrumentos por los orificios naturales del cuerpo, disminuyendo la necesidad de realizar cortes en la zona de la piel aledaña.
¿Qué pasa después de la cirugía?
Después de remover los cálculos renales, es común que aparezca algo de sangre en la orina durante algunos días, así como presentar síntomas de náuseas y dolor cuando se expulsen los fragmentos de minerales.
¿Qué cuidados debo tener después de la operación?
Descansar lo necesario: es normal regresar a las actividades cotidianas después de 1 día o 2.
Hidratarse constantemente, para ayudar a eliminar cualquier residuo de los cálculos que no haya sido eliminado con la cirugía.
Cálculos renales fuera del cuerpo (fuente: clikiSalud)
¿Cuáles son las señales de alarma?
Cuando haya presencia de un sangrado intenso o coágulos de sangre en la orina.
Dolor intenso en el costado del cuerpo o la espalda.
Se conoce como hipercalciuria idiopática a la expulsión del calcio en grandes cantidades a través de la orina (220 mg en mujeres y 300 mg en hombres al día) las complicaciones que puede generar la HI (hipercalciuria idiopática) son:
La formación de cálculos renales.
La disminución del volumen de los huesos en pacientes que tengan o no litiasis renal.
Puede aumentar el riesgo de tener osteopenia y osteoporosis (debilitación de los huesos y perdida de su masa).
Puede provocar fracturas de huesos.
La hipercalciuria idiopática es una de las anomalías del metabolismo mas frecuente en los seres humanos, afecta al 40% de la población de niños y al 60% de población adulta.
PRESENCIA DE LA HIPERCALCIURIA IDEOPÁTICA EN NIÑOS
La presencia de la HI se debe a un aumento en la absorción de calcio durante la digestión o por la disminución en la reabsorción de calcio mediante la filtración por el área tubular renal.
La mayoría de las veces no suele presentar síntomas en los niños, pero en el caso de hacerlo puede manifestarse en forma de:
Cólicos renales.
Hematuria (aparición de sangre en la orina).
Piuria (cuando hay glóbulos de pus en la orina debido a una infección urinaria).
Enuresis (Incontinencia urinaria nocturna, en edad donde ya no es común)
Proteinuria (la presencia de proteína en la orina que le dan una apariencia espumosa o jabonosa a la orina).
ALGUNOS SÍNTOMAS QUE PUEDE PRESENTAR LA PERSONA ADULTA CON HIPERCALCIURIA IDIOPÁTICA
La hipercalciuria idiopática suele ser hereditaria, la persona que la padece generalmente tiene niveles normales de calcio en la sangre pero lo pierde al expulsar la orina.
Sangrado en la orina (hematuria).
Micción dolorosa o difícil (disuria y polaquiuria).
Infecciones urinarias recurrentes.
Dolor abdominal.
Dolor de espalda.
Para disminuir la aparición de cálculos renales por HI se recomienda llevar una dieta baja en ingesta de calcio, baja en niveles de proteína y sal.
No obstante para obtener una mejor asesoría acerca de como lidiar con la hipercalciuria idiopática acude con tu urólogo de confianza para que te guié en el tratamiento adecuado para resolver tu problema de salud.
Tenemos la mala costumbre de no acudir al médico hasta que la situación ya se ha agravado, mientras seamos ignorantes del padecimiento y no tengamos molestia alguna, no se nos pasará por la cabeza la idea de acudir al doctor.
Ir al urólogo no es ni tiene porque ser diferente a acudir con otra clase de médicos, la urología es la rama de la medicina que estudia todo lo relacionado con el aparato urinario de ambos sexos, así como de los genitales masculinos.
A pesar de que la urología suena como una medicina compleja y que trata casos poco comunes, la realidad es que los problemas urológicos son más frecuentes de lo que parecen, cualquier persona es propensa a sufrir un problema de estos, ya sea un hombre, una mujer o un niño.
Los padecimientos más comunes que puede sufrir una persona son los siguientes…
Los cálculos renales o también conocidos como piedras en los riñones (acumulaciones de minerales derivados de la propia orina que se han cristalizado hasta formar esas piedras que pueden variar en tamaño).
Dificultad para mantener el chorro al momento de orinar, tener que pujar al hacerlo o expulsar muy poca orina.
Presencia de molestias al orinar (sentir ardor, escozor o no poder hacerlo).
Cólicos renales.
Anomalías relacionadas con los testículos, la próstata, la vejiga o los riñones.
Problemas con el pene como presentar una curvatura más pronunciada de lo común, incapacidad para retraer el prepucio, dolor durante las relaciones sexuales.
Infecciones urinarias.
Anomalías presentes en la orina (que haya sangre, espuma, luzca turbia, tenga un aroma desagradable, etcétera).
La incapacidad de retener la orina lo cual se deriva de problemas de incontinencia.
El orinarse en la cama durante los periodos nocturnos en la infancia.
Infertilidad en el hombre.
Lesiones en el área genital.
Enfermedades propias del aparato reproductor masculino.
Problemas de disfunción eréctil o de eyaculación.
Enfermedades e infecciones de carácter sexual.
Ante la gran cantidad de problemas que pueden afectar al aparato urinario, así como a los genitales, lo recomendable es acudir al especialista, de esta manera el problema podrá ser resulto de manera temprana.
A pesar de que existe un estigma muy arraigado sobre acudir al urólogo, la salud propia siempre debería estar primero, es mejor contar con salud completa que de a pedazos, por ello es imperioso acudir al médico y no intentar resolver el problema con remedios caseros, que en cualquier caso podrían agravar el asunto.
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